En desorden
Con nada más en el cuerpo que dos cigarrillos, dos cocacolas y un café se tumba sobre una cama con sábanas revueltas sabiendo que ahora es ella la que maneja los hilos.
Con nada más en el cuerpo que dos cigarrillos, dos cocacolas y un café se tumba sobre una cama con sábanas revueltas sabiendo que ahora es ella la que maneja los hilos.
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